Tenía unos ocho años cuando
entró en mi casa (no sé bien cómo) La
habitación de arriba, de Johanna Reiss. Yo era una lectora empedernida, un
auténtico ratón de biblioteca, y me leía todo lo que caía en mis manos, así que
lo devoré. Lo devoré y puedo decir sin faltar a la verdad que es uno de los
libros que me cambió la vida. Sí, a los ocho años. La historia de Annie y su
hermana —dos niñas judías holandesas que pasan tres años escondidas de los
nazis en una habitación— me caló tan hondo que durante meses me dediqué a
buscar y leer compulsivamente libros ambientados en la
II Guerra Mundial y así llegaron El pájaro amarillo, Charcos en el camino, Cuando
Hitler robó el conejo rosa y tantos otros. Claro que había oído hablar de
los nazis y de Hitler, pero apenas sabía de ellos otra cosa que eran la
encarnación del mal, y creo firmemente que esas lecturas de mi infancia
contribuyeron en una medida enorme a conformar a la adulta que soy. Y todo
empezó con La habitación de arriba.
Imagen prestada de Tubantia |
Por eso, cuando descubrí en Twitter
la fabulosa iniciativa #AdoptaUnaAutora decidí adoptar a Johanna. No es una
autora prolífica (solo ha publicado cuatro libros) pero para mí ha sido tan
importante que creo que este pequeño homenaje es lo mínimo que le debo.
Hablar de la vida de Johanna
Reiss (de soltera, Johanna de Leeuw) y de su obra es prácticamente lo mismo,
pues sus cuatro libros son autobiográficos. Se la ha comparado con frecuencia
con Anna Frank: ambas judías, ambas holandesas, ambas pasaron una parte
importante de la adolescencia escondidas en una habitación a causa de la
invasión nazi… Afortunadamente para Annie, que así la llamaban de niña, su
historia tiene un final muy distinto.
¡Pero no nos adelantemos! En
esta primera entrada solo quería presentárosla, hablaros de lo importante que ha
sido para mí su primera obra, y, por supuesto, recomendaros su lectura, porque La habitación de arriba es uno de esos
libros que, aunque están escritos para niños o jóvenes, cualquier adulto puede
leer con placer y aprovechamiento. Creo que os conmoverá. En la próxima entrada
os hablaré de él más en profundidad.